“Que cada niño conozca personalmente a DIOS y viva de acuerdo con los principios de su palabra”.
Formar niños con respeto y temor a DIOS (Proverbios 1:7), eficaces, autónomos, practicantes de un deporte y capaces de interpretar un instrumento musical, hacer una composición literaria y crear para el futuro una fuente de vida que pueda no solamente satisfacer las necesidades económicas, sino también de beneficio a la sociedad, donde ponga en práctica valores como: motivación, perseverancia de ánimo, paz interior, disciplina personal, gusto, valorización y un incansable deseo por aprender.
Por eso y con nuestro proyecto “Sembrando para Dios semillas de amor y perdón” lograremos que toda nuestra educación se base en la absoluta autoridad de la escritura y la supremacía de Cristo.